Pedaleo rápido por el carril bici del Passeig de Sant Joan. Estoy algo inquieto porque llego unos minutos tarde y no me gusta, aunque reconozco que es habitual en mí. He quedado para desayunar con Marta Martino, una consultora de marketing especializada en copywriting y storytelling. Mi historia con ella es curiosa, así que te la cuento.

Nos conocimos hará unos 11-12 años en un encuentro de instagramers de Barcelona que se celebró en la Fábrica Estrella Damm, cuando IG era una red social para publicar fotografías aliñadas con filtros. Nos caímos bien y nos vimos en persona una vez más, porque los dos corríamos y fuimos juntos a no-recuerdo-qué-cursa. Luego, la vida de cada cual siguió su camino, manteniendo cierto contacto a través de Instagram.
Por una de aquellas casualidades de la vida, tanto Marta como yo empezamos a escribir una newsletter semanal más o menos al mismo tiempo. La suya está dedicada al marketing y la comunicación. La mía, como ya sabes, a la productividad.
Me encanta como escribe. Me identifico mucho con sus reflexiones y anécdotas, con las informaciones y reflexiones que ilustran sus consejos profesionales. Por eso, a veces no puedo evitar responder a sus newsletters con mis comentarios. En una de esas conversaciones cruzadas, surgió la idea de desayunar juntos un viernes, aprovechando que ambos trabajamos, de vez en cuando, en alguna cafetería chula.
Elegimos la Granja Petitbo. Al final no llegué tarde, sino pronto, ya que me había confundido con la hora y habíamos quedado a las 10:00 y no a las 9:30, tal como yo pensaba mientras pedaleaba avergonzado. Ella apareció puntual, como es debido. Pedimos un delicioso bikini, el mío trufado, el suyo no. Y un zumo cold press.



Conversamos sobre varios temas: me interesé por su estrategia de generación de negocio y su visión de las redes sociales. Me fui con algunos take aways interesantes y el convencimiento que si alguien me pide que le recomiende un consultor de marketing, le hablaré de Marta Martino. Quiero pensar que ella hará lo propio si se cruza con algún agente inmobiliario que quiere mejorar su productividad o, incluso, cuando alguien de su entorno necesite vender una vivienda.
Hoy, en el bonus track compartiré contigo mi visión del networking, la más agradable de las metodologías para conseguir nuevos clientes. Como dice Keith Ferrazzi, el gurú de esta disciplina, “nunca comas sol/a”.
¡Buen provecho!
Eduard
Bonus track: Ctrl + R (Relaciónate):
¿Por qué lo llaman networking cuando quieren decir “relaciones”?
Las relaciones están en la base de muchos negocios. Sobre ellas se construye la confianza y el negocio futuro. En un sector tan atomizado y extremadamente capilar, como el de la intermediación inmobiliaria, la gran mayoría de los leads de un agente provienen de la recomendación de amigos, conocidos, saludados, clientes y referidos remunerados. Así que, ¿Por qué sistematizar nuestras relaciones para estimular la generación de nuevas oportunidades de negocio?
En mi opinión, contrastada con las principales ideas de Ferrazzi, las relaciones de networking deberían ser:
Orgánicas: Que surjan de la forma más natural posible. Si hay que forzar, mejor pasa.
Afines: Que sucedan con personas con las que podrías tener una amistad y que puedan generar sinergias.
Frecuentes: No te sé aconsejar una periodicidad concreta, pero si quieres que una persona se acuerde de ti cuando tenga una necesidad inmobiliaria, no tiene que pensar “cómo se llamaba aquel tipo bajito con el pelo pincho, …, a ver si encuentro su contacto, …”. Todo lo contrario, debería ser algo como “Tienes que llamar a Edu, él es lo que necesitas. Ahora mismo te comparto su contacto y dile, por favor, que vas de mi parte”.
Exponenciales: No se trata de que la persona con la que te tomas un café de vez en cuando cuente contigo cuando tenga que vender su casa. Se trata de que esta persona te recomiende a sus contactos cuando se entere de que alguien te puede necesitar.
Multicanal: En el siglo XXI las relaciones presenciales son más potentes que nunca y tenemos que procurar mantener el contacto en persona de vez en cuando. Sin embargo, las redes sociales están ahí para eso:
Comentarios en LinkedIn, Instagram, etc.
Creación y publicación de contenidos interesantes.
Compartición y reflexión de experiencias propias y contenidos de terceros.
Sistemáticas: Tener una lista delas personas que forman parte de tu red de contactos estratégicos y planificar las fricciones que te gustaría tener con ellas es totalmente recomendable si quieres mantener vivas y sanas tus relaciones.
Por cierto, mientras escribía este artículo recibí un guasap de una antigua compañera de la facultad. Hacía casi 3 años que no habíamos tenido contacto. La última vez fue, creo recordar, porque su tía quería vender una casa. Hemos quedado para tomar un café dentro de un par de semanas. ¿Estaré en su lista de contactos estratégicos?
Los buenos agentes inmobiliarios se preguntan constantemente cómo hacerlo para mejorar. Algunos de ellos se están uniendo a una marca que les facilita el camino hacia la excelencia. Si eres uno/a de ellos/as, clica aquí.