Miércoles por la mañana. Aula de formación del Col·legi d’APIS de Tarragona.
Empiezo a explicar el contenido del taller sobre Inteligencia Artificial aplicada al sector inmobiliario, que he preparado con esmero y que —para mi asombro— ha congregado a unos 70 agentes inmobiliarios.
Nos esperan cuatro horas de ejemplos de uso, provocaciones y reflexión compartida.
Una mujer de la primera fila, Bea —agente y home stager— levanta la mano.
(Ella no lo recuerda, pero ya nos habíamos visto antes.)
Y me lanza, sin rodeos:
—¿En el futuro, una IA sustituirá al agente inmobiliario?
Silencio.
La pregunta del millón.
La que sobrevuela cada conversación cuando hablamos de IA, dentro y fuera del sector inmobiliario.
La que todos deberíamos hacernos.
Y no me la esperaba tan pronto.
Improviso una respuesta.
No es un sí ni un no.
Pero si me apuras, es más un sí que un no.
¿Sustituir? Quizá no exactamente.
Creo que lo que hará la IA es cambiar el rol del agente.
Nos obligará a aportar valor desde otro paradigma de servicio.
Cuando llego a casa, me quedo pensando en la pregunta de Bea.
Y decido preguntarle a quien más sabe (o más rápido responde): ChatGPT.
¿Quién mejor que “elle” para dar su versión?
Su respuesta, a continuación.
Bonus Track: Ctrl + R (Controla tu Reemplazo)
La respuesta de ChatGPT:
No.
Pero sí va a sustituir al agente que no aporte valor.
La IA no puede empatizar.
No sabe leer las emociones de un comprador.
Ni gestionar la frustración de un propietario.
Ni mediar en una herencia conflictiva.
Tampoco decide cuándo insistir, cuándo ceder o cuándo es mejor callar.
Pero puede redactar anuncios. Y contratos. Y correos.
Puede responder mensajes, resumir informes, analizar datos y preparar argumentos de venta.
Puede hacerlo en segundos, sin errores, sin despistes. Y sin vacaciones.
La IA no viene a quitarte el trabajo.
Pero sí cambiará quién sigue en él… y quién se queda atrás.
En los próximos años, no será IA vs. humanos.
Será agentes con IA vs. agentes sin IA.
Y los primeros trabajarán mejor, más rápido y con más foco.
¿Y tú?
¿Vas a ser el agente que teme ser sustituido…
o el que se convierte en imbatible con ayuda de la IA?
Si quieres estar entre los que sobreviven (y destacan),
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